Peak Everything

Esta es una versión editada de la introducción del nuevo libro de Richard Heinberg "Peak Everything: Despertando al Siglo de Declives."

...Al encontrarse con el pico del petróleo por primera vez, la mayoría de la gente asume que es meramente un solo problema aislado para el cual existe una solución simple - ya sea de naturaleza eco-amistosa (más energía renovable) o de otro tipo (más carbón). Pero un estudio y reflexión prolongada tienden a comerse la viabilidad de tales "soluciones"; mientras tanto, cuando uno contempla como los humanos rápidamente nos hemos vuelto dependientes dela energía barata y concentrada del petróleo y otros combustibles fósiles , es difícil evitar la conclusión de que nos hemos atrapado a nosotros mismos en los cuernos del Dilema Ecológico Universal, que consiste de los elementos interconectados de la presión de la población, disminución de recursos, y destrucción de hábitat - y en una escala sin precedentes en la historia.

El petróleo no es el único recurso importante que disminuye rápidamente. Los lectores familiarizados con la literatura del pico del petróleo saben que los picos regionales de gas natural ya han ocurrido, y que, a corto plazo, las consecuencias económicas de la escasez de gas pueden ser peores para los Europeos y Norteamericanos que aquellas ocasionadas por el petróleo. Y aunque usualmente se refiere al carbón como un abundante combustible fósil, con reservas capaces de abastecer al mundo por doscientos años en el futuro al ritmo actual de uso, un estudio reciente que actualizó las reservas globales y los pronósticos de producción concluyó que la producción mundial de carbón alcanzará su pico y comenzará a declinar en 10 a 20 años. Ya que los combustibles fósiles suministran 85 por ciento de la energía total del mundo, los picos en estos combustibles aseguran virtualmente que el abastecimiento de energía del mundo comenzará a reducirse dentro de unos cuantos años sin importar los esfuerzos que se hagan para desarrollar otras fuentes de energía.

Tampoco acaba el asunto con el gas natural y el carbón. Una vez que uno levanta la mirada del estrecho camino de la supervivencia y actividades diarias y comienza a ver el horizonte, un aterrador conjunto de picos queda a la vista.

...El (rudo) despertar
El subtitulo de este libro, "Despertando al siglo de declives," refleja mi impresión de que aún aquellos de nosotros que hemos estado pensando sobre la disminución de recursos durante muchos años apenas estamos comenzando a despertar a todas sus consecuencias. Y si estamos en varios estados del despertar al problema, también estamos despertando del trance cultural de negación en el cuál estamos todos insertados.

Este despertar es multi-dimensional. No es solo cuestión de volverse intelectual y desapasionadamente convencido de la realidad y seriedad del cambio climático, pico del petróleo, o cualquier otro problema específico. Más bien, conlleva una catarsis emocional, cultural, y política. La metáfora bíblica de las escamas cayendo de nuestros ojos es tan apta como el meme de la cultura-pop de tomar la píldora roja y ver el mundo más allá de la Matrix: En cualquier caso, despertar implica llegar a la realización de que el mismo tejido de la vida moderna está tejido de la ilusión- miles de ilusiones, de hecho.

Para que ese tejido se mantenga unido, hay un requerimiento de una ilusión dominante, que es la noción de que de alguna forma lo que vemos a nuestro alrededor actualmente es normal. En un sentido, por supuesto, es normal: la vida diaria experimentada por millones de personas es por definición normal. La realidad de los autos, televisiones, y comida rápida se da por sentado; si la vida ha sido así durante décadas, ¿por qué no habría de continuar, con crecientes cambios de desarrollo, indefinidamente? ¡Pero que tan profundamente difiere esta vida "normal" en una típica ciudad moderna de las vidas de las generaciones de humanos previas! Y el hecho de que está construida sobre un cimiento de combustibles fósiles baratos significa que las generaciones futuras tendrán y de hecho vivirán de forma diferente.

De nuevo, este despertar que estoy describiendo es una re evaluación constante visceral así como intelectual de cada faceta de la vida - comida, trabajo, entretenimiento, viajes, política, economía, y más. La experiencia abarca tanto que define una descripción linear. Y sin embargo debemos hacer el intento de describir y expresarla; debemos volver nuestra experiencia multi-dimensional en narrativa, por que así es como los humanos procesamos y compartimos nuestras experiencias del mundo.

La gran transición del siglo 21 conllevara enormes ajuste de parte de cada individuo, familia, y comunidad, y si han de ser exitosos esos ajustes, será necesaria una planeación racional. Las estrategias y consecuencias tendrán que ser exploradas en casi todas las áreas de interés humano - agricultura, transporte, guerra y paz mundial, salud pública, administración de recursos, y así. Serán necesarios libros, estudios de investigación, documentales televisivos, y cualquier otra forma imaginable de transferencia de información para transmitir la información requerida en cada una de estas áreas. Dentro de este remolino de análisis, ajustes, creatividad, y transformación, tal vez haya un espacio y necesidad para un libro que simplemente trate de capturar el espíritu total del tiempo al que nos dirigimos, que úna los múltiples flujos de cambio cultural a la ciencia del calentamiento global y pico del petróleo en una forma ojalá sorpresiva y entretenida, y que comience a dirigirse a la dimensión psicológica de nuestra transición global de crecimiento industrial a la contracción y sustentabilidad.

La mayoría de los picos que están ante nosotros no pueden ser evitados, pero hay muchas cosas que podemos hacer para navegar alrededor de ellos para poder realzar nuestra sanidad humana, seguridad, y felicidad. Hagamos esas cosas. Trabajemos para hacer un mundo futuro desde cuyo punto de vista, décadas en el futuro, podamos voltear a ver hacia atrás a estas premoniciones y pensar que fueron demasiado pesimistas.

Dr. Doom escribió:La siguiente es una traducción que realice de un artículo que apareció en la página de Energy Bulletin; es un fragmento de la introducción al libro de Heinberg "Peak Everything."

Esta es una versión editada de la introducción del nuevo libro de Richard Heinberg "Peak Everything: Despertando al Siglo de Declives."

...Al encontrarse con el pico del petróleo por primera vez, la mayoría de la gente asume que es meramente un solo problema aislado para el cual existe una solución simple - ya sea de naturaleza eco-amistosa (más energía renovable) o de otro tipo (más carbón). Pero un estudio y reflexión prolongada tienden a comerse la viabilidad de tales "soluciones"; mientras tanto, cuando uno contempla como los humanos rápidamente nos hemos vuelto dependientes dela energía barata y concentrada del petróleo y otros combustibles fósiles, es difícil evitar la conclusión de que nos hemos atrapado a nosotros mismos en los cuernos del Dilema Ecológico Universal, que consiste de los elementos interconectados de la presión de la población, disminución de recursos, y destrucción de hábitat - y en una escala sin precedentes en la historia.

El petróleo no es el único recurso importante que disminuye rápidamente. Los lectores familiarizados con la literatura del pico del petróleo saben que los picos regionales de gas natural ya han ocurrido, y que, a corto plazo, las consecuencias económicas de la escasez de gas pueden ser peores para los Europeos y Norteamericanos que aquellas ocasionadas por el petróleo. Y aunque usualmente se refiere al carbón como un abundante combustible fósil, con reservas capaces de abastecer al mundo por doscientos años en el futuro al ritmo actual de uso, un estudio reciente que actualizó las reservas globales y los pronósticos de producción concluyó que la producción mundial de carbón alcanzará su pico y comenzará a declinar en 10 a 20 años. Ya que los combustibles fósiles suministran 85 por ciento de la energía total del mundo, los picos en estos combustibles aseguran virtualmente que el abastecimiento de energía del mundo comenzará a reducirse dentro de unos cuantos años sin importar los esfuerzos que se hagan para desarrollar otras fuentes de energía.

Tampoco acaba el asunto con el gas natural y el carbón. Una vez que uno levanta la mirada del estrecho camino de la supervivencia y actividades diarias y comienza a ver el horizonte, un aterrador conjunto de picos queda a la vista.

Para que ese tejido se mantenga unido, hay un requerimiento de una ilusión dominante, que es la noción de que de alguna forma lo que vemos a nuestro alrededor actualmente es normal. En un sentido, por supuesto, es normal: la vida diaria experimentada por millones de personas es por definición normal. La realidad de los autos, televisiones, y comida rápida se da por sentado; si la vida ha sido así durante décadas, ¿por qué no habría de continuar, con crecientes cambios de desarrollo, indefinidamente? ¡Pero que tan profundamente difiere esta vida "normal" en una típica ciudad moderna de las vidas de las generaciones de humanos previas! Y el hecho de que está construida sobre un cimiento de combustibles fósiles baratos significa que las generaciones futuras tendrán y de hecho vivirán de forma diferente.