Colapsa en la ONU prohibición de pesca del atún aleta azul

Por si alguien necesitaba más pruebas de que a los gobiernos y corporaciones les valemos madres (y también el medio ambiente), o de que "a la hora de la hora" cuando las cosas se pongan difíciles harán lo correcto; pues aquí hay una más:

La Unión Europea se tambaleó y Canadá hizo equipo con Japón para derrotar esto. (Canadá también logró bloquear la prohibición del comercio de abrigos de oso polar porque crearía problemas para los negocios. ¿Qué diablos?) Los argumentos contra la prohibición del atún Aleta Azul son ridículos porque la industria ya está destrozada. Están argumentando que dañará un negocio que ya no tiene vida porque ellos han pescado en exceso y han dejado a penas una fracción de atunes para ser cazados. Las flotas pesqueras comerciales nunca supieron cuando dejar de pescar así que suelen no dejar de hacerlo hasta que ya no queda nada. Por lo menos en el pasado podíamos esperar más sentido común de las políticas de Canadá pero parece ser que estos días eso también ha desaparecido.

El comercio de Atún Aleta Azul del Atlántico continuará sin control luego de que se rechazara ayer una propuesta de una prohibición de pesca que ha sido descrita por los conservacionistas como la única forma de salvar a esta especie que está en crítica extinción.

Japón y Canadá junto con países en desarrollo lograron ayer prevenir cualquier restricción en la recolección del pez, el cual es altamente valuado en los restaurantes de sushi, bajo el argumento de que una prohibición devastaría las economías pesqueras del mundo. Los delgados en la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro (Cites) en Doha, votaron por un margen de 68 a 20 contra la propuesta de prohibir inmediatamente la venta del Aleta Azul. Una medida más débil que apoyaba la Unión Europea, que introduciría una prohibición a partir del 2011, también fue rechazada 72 votos a 43.

La decisión pone a uno de los peces más magistrales del mundo en peligro inminente de extinción. Los números del aleta azul, la más grande y veloz de las especies de atún, han declinado a 15 por ciento de sus niveles históricos. Los bancos migratorios del pez, que puede crecer hasta tres metros de largo y ha sido llamado el Ferrari submarino, son saqueadas cada año al pasar por el estrecho de Gibraltar para reproducirse en el Mediterraneo.

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Básicamente, al diablo con el atún, lo único que importa es el dinero. Pero como dijo Robert Louis Stevenson:

"Tarde o temprano todos nos sentamos ante un banquete de consecuencias".