La Ley de Liebig del Mínimo

Ya en otra ocasión había traducido un post de MonteQuest escrito y publicado originalmente en www.peakoil.com. MonteQuest es uno de mis posteadores favoritos en lo que a todos estos temas de Die-off y capacidad de carga se refiere.

En días recientes, MonteQuest volvió a re-escribir sobre este tema, (creo que sus posts originales se perdieron o se borraron en el otro foro o algo así). Les dejo aquí la traducción de este excelente post:

Como todos estamos aprendiendo, estamos a punto de entrar a una era en la cual, cada año, habrá menos energía disponible para la humanidad, sin importar nuestros esfuerzos o elecciones. Se requiere energía para realizar cualquier trabajo. La energía no es el único factor que debemos considerar, sin embargo, el principio operativo para determinar la capacidad de carga de un ecosistema es conocida como la Ley de Liebig, la cual dice que cualquier necesidad sea la menos abundante, relativa a los requerimientos per-capita, establece el límite del medio ambiente para la población de cualquier especie. El cambio climático bien puede ser el factor limitante o la disponibilidad de agua, pero la energía parece ser lo principal, por ahora.

La Segunda Ley de la Termo dinámica dice que cada vez que la energía se convierte de una forma a otra, hay una perdida energética en la forma de calor. Esta es la ley de la entropía, también, la cual es la medida de la cantidad de energía que ya no es capaz prácticamente de ser convertida en trabajo. La entropia en un sistema aislado aumenta inevitablemente con el tiempo. Ya que se requiere energía para crear y mantener orden dentro de un sistema, la ley de la entropía nos dice que, en la batalla entre el orden y el caos, será el caos quien gana en ultima instancia. El unico sistema realmente aislado que conocemos es el universo. Pero hay otros dos tipos de sistemas: abiertos y cerrados. La Tierra es un ejemplo de un sistema cerrado. Intercambia energía con el universo, pero no materia, a excepción del ocasional meteorito.

Los organismos vivos, por otro lado, son un ejemplo de un sistema abierto, donde ambas materia y energía son intercambiadas. Es debido a este intercambio que los sistemas vivientes pueden permitirse crear y mantener orden. Quitales esa fuente útil de energía y pronto mueren. Esto es cierto para las sociedades humanas y para las tecnologías, también. Las sociedades humanas pueden aumentar su nivel de orden al incrementar su flujo de energía, pero al hacerlo aumentan la entropía (movimiento rápido hacia el desorden) dentro del sistema cerrado. La energía disponible en un ecosistema es uno de los factores más importantes para determinar la "capacidad de carga," que es la máxima carga que puede ser soportada en una base sustentable.

El factor limitante para cualquier población puede cambiar con el tiempo. La naturaleza prefiere arreglos estables que suponen auto-limitación, reciclaje, y cooperación. Los subsidios energéticos como el resultado de ambientes perturbados (mineria, petróleo, carbón, gas natural) o colonización (invadir irak) proveen momentos de extravagancia para las especies, pero usualmente les siguen choques y die-offs (muerte masiva). El balance regresa eventualmente.

El hombre ha incrementado su flujo de energía de muchas maneras, colonización, uso de herramientas, especialización, globalización (comercio), y el uso de los recursos no renovables de la naturaleza: carbón, petróleo, gas natural, y uranio. Esta última estrategia ha sido la más exitosa en aumentar la capacidad de carga del ambiente. La población humana no alcanzó mil millones sino hasta 1820, así qué en 190 años, se ha aumentado en más de seis veces. Si sumaramos el consumo total de energía que nos mantiene con el nivel de vida al que estamos acostumbrados, comparado con la energía que el cuerpo humano puede producir, encontramos que cada Americano tiene el equivalente a 50 "esclavos energéticos" trabajando para ellos las 24 horas del día. Mientras nosotros disfrutamos de nuestros "esclavos", esto tiene sus costos: destrucción ecológica, contaminación, cambio climático, y una creciente dependencia en la luz del sol guardada en el carbón que quedó bajo tierra hace millones de años, lo que no es parte del sistema cerrado de carbón de la Tierra.

Cuando hay mucha energía-de-alimentos disponible, la población florecer. Obviamente, esto no puede continuar así para siempre, eventualmente habrá más individuos que la comida que hay para sostenerlos o alguna otra "necesidad menos abundante" establecerá el límite. A largo plazo, la naturaleza establecerá un balance entre el número de individuos y capacidad de carga disponible. Sin embargo, el ímpetu del incremento de la población de una súbita ganancia de energía (como los combustibles fósiles) llevará a la población a lo que se conoce como "overshoot," y a exceder por mucho la capacidad de carga de su ambiente. Normalmente, los circuitos de retroalimentación de la naturaleza mantienen a la población bajo control. Hemos encontrado la forma de esquivar la mayoría de ellos: las medicinas para combatir las enfermedades, el aumento en la producción de alimento, y la explotación de fuentes energéticas no renovables.

Una población en "overshoot" siempre hambrienta de energía, alimentándose de una existencia temporal de energía no renovable, de hecho reducirá la capacidad de carga natural, incluso mientras sus números y consumo energético se incrementan, creando un déficit. En otras palabras, las poblaciones en overshoot continúan creciendo incluso frente a recursos y alimentos en declive, y de la capacidad del ambiente para absorber los desechos. Si esto ocurre, la población no disminuirá gradualmente hasta que se alcance un balance, en lugar de eso, chocará rápidamente--o sea, un die-off. La población humana está en un severo overshoot y nuestra capacidad de carga fantasma nos está abandonando.

En este punto, dependiendo de que tan seriamente hayamos destruido la capacidad de carga natural debido al overshoot, la capacidad de carga de humanos global se desplomará por debajo de sus niveles pre-industriales o podríamos morir todos completamente. Les ha pasado ha otras especies en la misma situación biológica. Esta es la Ley de Liebig y ninguna especie es inmune. La fiesta se acabó, la cerveza se agotó, y la dura luz de la mañana está en nuestros ojos.