Algo apesta en Arabia Saudita

Esta semana nos enteramos por Halliburton que Arabia Saudita estaba aumentando su número de plataformas de perforación significativamente para añadir capacidad de reserva adicional. Aunque eso suena bien como una viñeta, los detalles pueden darnos más información sobre la historia verdadera.

En cualquier conversación sobre OPEP y la capacidad de reserva todo mundo rápidamente llega a la realización de que la única capacidad de reserva real en OPEP está en Arabia Saudita. Los Saudíes aseveran que pueden producir 12.5 millones de barriles por día durante la siguiente década sin siquiera sudar. Están produciendo actualmente 9.16 mdbpd dándoles una capacidad de reserva teórica de 3.34 mdbpd. Como todas las teorías esta suena bien en el papel.

A principios de semana Halliburton dijo que Arabia Saudita iba a incrementar su número de plataformas de perforación en el proyecto de Manifa de una a diez para poder incrementar la capacidad de reserva. Se reunieron con compañías de servicio durante el fin de semana para hacer planes para aumentar su número de plataformas en el país de 92 a 118. De nuevo, suena bien en papel.

Hace dos años el rey Saudí dijo que nunca producirían más de 12.5 mdbpd para poder dejar petróleo a las generaciones futuras. Luego prometió no desarrollar ningún nuevo descubrimiento para poder proveer a las siguientes generaciones.

Un analista de Simmons and Co. dijo que esta explosión de perforaciones, añadiendo casi 30% al número de plataformas, no va de acuerdo a las declaraciones recientes del rey y sus aseveraciones de 12.5 mdbpd de capacidad de reserva. En teoría esos 3.34 mdbpd de capacidad de reserva serían más que suficientes para cubrir cualquier escasez a corto plazo. Él cuestionó la repentina necesidad de explotar la actividad de perforación. Con esa clase de exceso de producción podrían haber continuado creciendo la capacidad de sus programas actuales de perforación.

Evidentemente, de acuerdo al analista, Arabia Saudita no tiene la capacidad de reserva que dicen. Tal vez están experimentando la misma rápida aceleración en sus campos gigantes que estamos viendo en México y el Mar del Norte. Han estado estimulando esos campos gigantes con inyecciones de agua y CO2 durante más de una década así que los límites de producción pueden haber sido alcanzados. Cuando un yacimiento grande entra en declive terminal puede suceder muy rápido. Se alcanza el punto cuando la estimulación subterránea ya no es efectiva y de pronto estás produciendo más agua que petróleo.

Si Arabia Saudita de repente experimentó un salto en el declive puede que hayan entrado en modalidad de pánico ya que saben por experiencia lo rápido que un gran yacimiento puede declinar una vez que entra a esa resbalosa pendiente del declive terminal.

El otro problema es ¿por qué Manifa? Las reservas de Manifa son de crudo pesado y agrio y ese es el tipo de crudo que nadie quiere. Si de repente vas a gastar miles de millones para incrementar tu producción o para reemplazar la escasez en la producción actual, ¿no acelerarías la producción de reservas con el tipo de petróleo que todo mundo quiere? Por supuesto que producirías el petróleo con el mayor valor de venta primero. Si el ligero, dulce está vendiéndose en $115 dólares y el pesado, agrio en $75, ¿por qué apresurarse a producir el crudo pesado? La única razón que han podido imaginar los analistas es que hay una seria falta de reservas de alta calidad.

Esto pone en duda las recientes aseveraciones de capacidad de reserva de Arabia Saudita y le da crédito a las docenas de analistas, geólogos y antiguos trabajadores de Saudi Aramco quienes aseguran que las promesas de capacidad/reservas o son de plano falsas o completamente exageradas. Matt Simmons escribió Twilight in the Desert en 2005 luego de años de cuidadosa investigación sobre cada trozo de información relacionada con los yacimientos saudíes. El afirma en el libro que las aseveraciones de capacidad de reserva de los saudíes están gravemente exageradas y que serán un choque serio al sistema cuando la verdad salga a la luz.

Puede que nos estemos acercando más a ese choque que lo pensado previamente. La perforación de pánico de Arabia Saudita nos dice que hay un problema. Puede que no podamos determinar cuál es ese problema pero sabemos que existe. Eventualmente se manifestará ya sea por una fuga interna de información o por una escasez en el mercado de petróleo. Si alguna vez admiten que los índices de declive se han disparado o que la capacidad de reserva se ha encogido el resultado será petróleo de $150 dólares en cuestión de días. Ellos lo saben y harán lo que sea para mantener la supresión de las noticias. Sin embargo, entre más grande el secreto más difícil mantenerlo oculto especialmente en un mercado que depende del flujo diario de 89 millones de barriles de petróleo. El flujo es el rey. Si el flujo comienza a disminuir los resultados serán instantáneamente visibles en el precio.