Solo una recesión se interpone en el camino de petróleo a $200

Con una capacidad excedente muy limitada en Arabia Saudita y el resto de OPEP, más cierres en la producción en el agitado Medio Este pronto empujarán los precios del petróleo a nuevos niveles récord. Los contratos de futuros del Brent, el precio de referencia mundial, casi alcanzaron los $120 dólares por barril en Londres la semana pasada. Con la gasolina que pronto alcanzará las seis libras por galón (£1.32 libra/litro), el gobierno británico ya está considerando sistemas alternativos de racionamiento a los brutales mecanismos de precios en las bombas.

Entre el caos que está barriendo a través del Medio Este, es fácil perder de vista en cuánto estaban comercializándose los precios del petróleo antes de que comenzaran las protestas políticas. El Brent estaba por encima de los $100 dólares por barril antes de que comenzaran las manifestantes a tomar la plaza Tahrir del Cairo. El precio de tres dígitos del petróleo se debió a una creciente demanda global, la cuál para finales del año pasado se había elevado a más de un récord de 87 millones de barriles por día. No era aún acerca de potenciales choques en el suministro en Libia o cualquier otra parte del Medio Este.

Ahora agreguen interrupciones en el suministro de la región productora de petróleo más grande del planeta, y no es difícil encontrar un camino hacia $200 dólares por barril.

Cuando predije por primera el precio de $200 por barril en 2008 cuando era jefe economista del CIBC World Markets, fue en el contexto de esperar otros 4 años de crecimiento económico global. Por supuesto, eso no tomó en cuenta el impacto del precio de tres dígitos en el crecimiento dependiente del combustible del PIB. Incluso a $147 por barril el crecimiento económico global se frenó en seco.

Es por eso más notable que a pesar de disparar la recesión mundial post-guerra más profunda y un raro, aunque temporal declive en el consumo global del petróleo, los precios de este ya se hayan elevado de nuevo a los niveles de tres dígitos incluso antes de las revueltas árabes.

Y será difícil evitar que los precios sigan moviéndose aún más altos al tiempo que los inversionistas comienzan a apilarse en la carreta del petróleo, particularmente cuando ven que la muy pregonada capacidad excedente de cuatro millones de barriles diarios de Arabia Saudita es mayormente del tipo ficticio mientras, al mismo tiempo, notando el poco efecto tiene el apretamiento monetario en restringir la explosiva demanda de combustible en China.

De lo que tendrán que preocuparse los inversionistas es hacia dónde van las cosas. Si aprendimos algo de la recesión pasada, fue que nuestra economía global de transporte pesado dependiente del petróleo no funciona bien con petróleo de $147 dólares.

Y después de rescatar a nuestros bancos quebrados y compañías de automóviles a el costo de un déficit récord en el sector público, no mucho ha cambiado en nuestras economías durante los últimos tres años para sugerir que nuestro siguiente encuentro con este tipo de precios llevará a un resultado diferente.

Estamos moviéndonos inexorablemente a otra recesión inducida por los precios del petróleo. Y cuando lleguemos ahí, la demanda y el precio del petróleo colapsará de nuevo.

La única pregunta es si veremos el barril de petróleo a $200 por barril antes.