Enfermedad en murciélagos podría ser una catástrofe ecológica

Como biólogo con más de 4 décadas de experiencia en el campo, Thomas Kunz no es propenso a sobre exagerar. Le gusta que los datos hablen por sí mismos. Pero cuando se trata de describir las recientes muertes de más de un millón de murciélagos a través del Este de Estados Unidos, el es inequívoco:

"He trabajado con murciélagos durante más de 45 años y nunca había visto, o siquiera sabido, de ningún tipo de ritmo de mortandad comparable con lo que hemos visto," dijo. "El análisis que hemos hecho aquí indica que los murciélagos -- al menos en el noroeste de Estados Unidos -- van a morir por completo dentro de los siguientes 20 años."

El Dr. Kunz, un profesor de biología en la Universidad de Boston y uno de los pocos especialistas de murciélagos en América, está describiendo el aterrador avance del síndrome de nariz blanca. En tan solo cuatro años la virulenta infección fúngica se ha esparcido de una sola cueva en Nueva York a masacrar a más de un millón de murciélagos a través del Noroeste.

Los científicos y conservacionistas están sorprendidos por ambas la virulencia y viciosidad de la enfermedad. Cuando una cueva queda infectada 75 por ciento de la colonia de murciélagos es probable que muera durante la primera hibernación. Después del siguiente invierno 90 por ciento de la colonia original habrá sucumbido.

Este salvaje ritmo fatalidad amenaza con destruir a uno de los principales depredadores de Norte América, dejando un enorme hueco en la cadena alimenticia del continente con efectos aún incalculables ecológicos. Un importante oficial de la vida salvaje de Estados Unidos ha ido tan lejos como para describir la masacre como "el más precipitado declive en la vida salvaje Norte Americana causado por una enfermedad infecciosa en la historia".

Sin embargo la potencial extinción de los murciélagos americanos es más que un tema de conservación. Durante la primavera y verano los murciélagos comen más de la mitad de su peso corporal en insectos cada noche para almacenar reservas de grasa para la larga hibernación. Si los murciélagos de América se mueren, los científicos dicen que las pérdidas para la industria agrícola serían devastadoras.

"Los murciélagos son uno de los principales pesticidas de la naturaleza," dice el Dr. Kunz. "Durante los 180 días en los que no están hibernando, un millón de pequeños murciélagos cafés comerán - y esta es una estimación conservadora - alrededor de 500 toneladas de insectos. Si los murciélagos mueren los granjeros tendrán que utilizar muchos más pesticidas."