Tormenta Solar

Tormenta Solar

Si tan solo una tormenta solar golpea la Tierra destruiría la vida como la conocemos. Nuestro suministro eléctrico y red de comunicaciones serían destruidas, regresando a la civilización al siglo 18. Stuart Clark pregunta si hay forma de protegernos a nosotros mismos.

Sin advertencia, las luces se apagan. Una pérdida repentina de energía eléctrica ha golpeado a todo el país. El Control de tráfico aéreo queda desconectado, los hospitales cambian a generadores de respaldo y mientras tu esperas en casa una sorprendente aurora baila en el cielo sobre tu cabeza.

El apagón se alarga. las horas se vuelven días y el poder no regresa. No hay internet, TV o periódicos para decirte que está sucediendo. Pronto, el diesel que mantiene a los generadores de emergencia de los hospitales se acaba y la comida deja de llegar a los supermercados porque sin electricidad no puede bombearse el combustible para los camiones de reparto.
¿Por qué no está funcionando nada? Una extraordinariamente poderosa tormenta solar ha golpeado la Tierra causando corrientes fantasma en las líneas eléctricas y dañando los transformadores más allá de poder ser reparados. Pero eso no es lo único que fue destruido. Muy por encima de nosotros, muchos de los satélites de los que dependemos para comunicación y navegación han sido reducidos a basura inservible.

En resumen, los accesorios tecnológicos de nuestra civilización han sido destruidos por una lluvia de gases electrificados y super calentados, catapultados desde el sol con la energía de mil bombas atómicas.

Es el desastre natural que supera a todos los demás. Y entre más grande nuestra dependencia en la tecnología, más vulnerables somos; por tanto, es el mundo desarrollado el que sufriría más por esta amenaza en particular. Si nos golpeara una tormenta solar, se llevaría hasta una década para recuperarnos completamente. Podrían pasar meses tan solo para reconectar la infraestructura esencial del país a la electricidad.

¿Suena exagerado? No de acuerdo a un reporte de la Academia Nacional de Ciencias (NAS por sus siglas en inglés), publicado en Estados Unidos en Enero. Daniel Baker es el presidente del consejo que produjo el reporte para investigar el impacto de un evento solar extremo. "¿Cómo sería sin energía eléctrica durante meses en una escala continental? Es casi inconcebible," dice él.

Tuvimos una muestra de lo que podría ser en 1989, cuando la red electrica del noreste de Canadá quedó fuera de servicio durante una tormenta solar. En tan solo 90 segundos, la región fue de operar normalmente a de repente tener seis millones de personas sin electricidad. Tomó nueve horas para re-dirigir la electricidad a esa parte de la red eléctrica. Las reparaciones llevaron meses. Pero esta no fue una tormenta solar grande. En el resultado de una tormenta solar extrema, los problemas serían de una escala mucho mayor.

Prediciendo la Tormenta

Las tormentas solares son en gran parte impredecibles actualmente. Ocurren cuando los campos magnéticos cerca de la superficie del sol cambian su configuración, soltando energía que catapulta partículas de la atmósfera solar al espacio. Si este lanzamiento está apuntando hacia la Tierra, toma entre 18 y 36 horas para que nos alcance la erupción. Y cuando golpea nuestra atmósfera, causa una tormenta solar. La única advertencia que tendríamos es del satélite Explorador de Composición Avanzada (ACE por sus siglas en inglés) de la NASA. El ACE puede darnos entre 15 y 60 minutos de advertencia de una tormenta solar en camino, pero no es tiempo suficiente para hacer nada al respecto.

Así qué, los físicos solares están trabajando arduamente para tratar de entender que dispara las erupciones solares para poder así mejorar su habilidad de pronosticarlas. Al frente de esta investigación es una nave espacial de la NASA llamada STEREO (Observatorio de Relaciones Solares Terrestres). "Estamos observando para buscar señales que nos muestren cuando va a suceder una erupción," dice Chris Davis del Laboratorio Appleton en Didcot, quien trabaja en un equipo que rastrea estas erupciones masivas mientras viajan hacia la Tierra.



STEREO consiste de una nave espacial a millones de distancia por delante de la Tierra y otro a la misma distancia detrás, ambos en la misma órbita solar que la Tierra. Ellos observan la región del espacio entre el Sol y la Tierra, con algunos instrumentos apuntados al Sol mismo.

Una señal prometedora parece ser la súbita aparición de una burbuja expansiva de plasma justo encima de la superficie del Sol. Esto parece indicar la ubicación de dónde está por explotar una erupción solar, dando un día o dos de aviso del explosivo evento.

Una vez que la erupción se ha disparado, el equipo de Davis puede comenzar a analizar cualquier erupción de gas solar. Al poder ver de dos diferentes puntos de ventaja, los científicos pueden reconstruir la erupción en 3D. "Podemos determinar la dirección de una erupción, lo que ayuda a pronosticar si llegará a la Tierra," dijo Davis.

Cuando la perturbación golpea la atmósfera de la Tierra hay otros físicos observando. James Borderick, en la Universidad de Lancaster, usar la Red de Radar Super Dual Auroral (SuperDarn) para observar las partículas entrando a la atmósfera en ambos Polos para entender cómo las tormentas solares interactuan con el planeta y cómo causan sus efectos devastadores. "Estamos en la mejor posición que jamás hemos estado para observar y estudiar el clima espacial," dice. "El número de facilidades tanto en la tierra como en el espacio es mejor que nunca."

¿Pero que sucede cuando los científicos ven un evento solar extremo volando hacia nosotros? La respuesta es sobria. "No hay un lugar seguro," dice Mike Hapgood, jefe del Equipo de Trabajo de Clima Espacial de ESA. En la mayoría de situaciones de desastre, la ayuda puede ser llevada hacia la región afectada desde afuera. Con una tormenta solar, golpea áreas tan grandes que puede no haber un 'afuera'. Cualquier lugar que dependa de energía eléctrica está potencialmente afectado.

El Grande

La última tormenta solar gigantesca ocurrió en 1859, exactamente hace 159 años. Conocida como el evento Carrington (el astrónomo amateur Richard Carrington observó la erupción solar que lo disparó), esta super tormenta aún está a la cabeza en la escala de eventos solares que han afectado la Tierra. En ese entonces, la tecnología de comunicaciones era la red de telégrafos, mientras que las brújulas y la marinería sagaz se ocupaban de la navegación. Al golpear la tormenta, las brújulas giraban sin sentido, y la red de telégrafos cayó, inundada de corrientes eléctricas producidas por la aurora en el cielo.

Actualmente, los satélites que permiten la navegación y comunicaciones globales están todos situados en posiciones altamente vulnerables sobre la Tierra. En 2003, una serie de tormentas solares golpeó al planeta al rededor de la época de Halloween. Al menos dos satélites quedaron inutilizados y casi 60 por ciento de los satélites de la NASA fallaron de alguna forma. Los aviones fueron desviados para evitar dosis potencialmente altas de radiación a los pasajeros y cortes de comunicación con el control de tráfico áreo.

Un evento del tamaño del Carrington sería mucho peor en la actualidad. El reporte de la NASA de enero estimó que otra super tormenta solar podría causar $1-2 Billones de dólares de daños tan solo a la economía de Estados Unidos. ¿Así que qué podemos hacer?

"La única protección real es apagar todo," dice Hapgood. Esta solución, sin embargo, tiene un alto precio. "Si tu haces eso, la gente morirá. Habrá accidentes debido al apagón, y que tal si los generadores de respaldo no funcionan?" ¿Pero tal vez sea mejor sufrir unas cuantas horas de un peligroso apagón que arriesgar meses sin poder?

Es la suposición de cualquiera cuando podría la Tierra ser golpeada por otra super tormenta. La actividad solar crece y decrece en un cíclo de 11 años. Estamos actualmente en un periodo de baja actividad, conocido como el mínimo solar, esperando a que comience el siguiente ciclo y aumente a un máximo alrededor del año 2012 o 2013. Todo indica que el próximo ciclo será el menos activo por 80 años. Pero esto no nos protege de erupciones gigantes, ya que el evento Carrington ocurrió cuando el Sol estaba similarmente inactivo.

Así que esperamos mientras los científicos tratan de persuadir al gobierno a que se tome la amenaza seriamente, y a tratar de entender más sobre estos eventos extremos. Después del reporte de NAS, Baker ahora está discutiendo la mejor forma de prepararnos para tal evento con el gobierno de Estados Unidos. "El reto es no ser alarmista, no exagerar el caso, pero no subestimarlo," dijo.

Así que puede que tu quieras comprar unas latas más de frijoles, y unas velas -- por si acaso.

nat escribió:Hola Dr. Doom

Muchas gracias por la traducción, este artículo esta muy interesante, la verdad es que no sabía que las tormentas solares ya habían ocurrido en el pasado y de los efectos que han tenido, esta muy interesante que en efecto si es posible que ocurra ya que ya ha pasado y que este tema no es algo de ciencia ficción.

Creo que aqui aplica decir que con un 100% de seguridad una tormenta solar como la que ocurrió hace 150 años volverá a ocurrir sólo que la pregunta es cuando, y por otro lado ¿cómo nos va a afectar? Además es interesante ya que a diferencia de el descenso energético esto si tendría un efecto de la noche a la mañana.

Por otro lado me pareció interesante la explicación que da acerca de las tormentas solares:
"En resumen, los accesorios tecnológicos de nuestra civilización han sido destruidos por una lluvia de gases electrificados y super calentados, catapultados desde el sol con la energía de mil bombas atómicas."

Me deja mucho mas claro a que se refiere el tema. Gracias!